8/21/2011

ACONDICIONAMIENTO MUSCULAR ABDOMINAL


Los músculos de la pared abdominal (recto abdominal, oblicuo externo, oblicuo interno y transverso) y el psoas ilíaco son fundamentales para el correcto funcionamiento del raquis lumbar. El papel estabilizador de los abdominales se basa en su capacidad para disminuir la presión interdiscal en el raquis dorso-lumbar, por medio del aumento de la presión intraabdominal, la activación de la fascias toracolumbar y por el aumento de la rigidez raquídea.
Hay que desarrollar la musculatura abdominal por su importancia en el funcionamiento del raquis lumbar, así como por sus implicaciones en la prevención y rehabilitación de algias lumbares. Las personas con poca resistencia abdominal se asocian con dolores lumbares crónicos.
Es preciso dar predominancia al trabajo de los músculos anchos del abdomen porque tienen mayor capacidad estabilizadora que el recto abdominal, que presenta un mayor potencial como flexor del tronco. El transverso es el más profundo y el que más aumenta la presión intraabdominal, seguido de oblicuo interno y oblicuo externo.


Principios de realización segura de los ejercicios de acondicionamiento abdominal:
1 Que el ejercicio desencadene una actividad eléctrica de ligera a moderada (entre el 20-60% de la máxima contracción voluntaria.
2 Que los flexores coxo-femorales esten inhibidos, ya que su activación, en especial la del psoas, aumenta las cargas en el raquis lumbar.
3 Que los valores de compresión lumbar y cizalla sean inferior a 3000 Newtons.

Un ejercicio activo y seguro es aquel que cumple con los tres principios citados.

Se recomiendan 2-3 sesiones semanales de trabajo abdominal, aunque el Colegio Americano de Medicina Deportiva afirma que en fases de entrenamiento avanzadas se puede mantener la musculatura abdominal con una frecuencia de 1-2 sesiones semanales.



Enconrvamientos de tronco


 Isometric Side Support


Bridge

Abdominal Hollowing


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